
En un impactante robo ocurrido este domingo por la mañana, el Museo del Louvre fue escenario de un asalto que dejó como saldo el hurto de valiosas joyas de la corona francesa, incluyendo piezas vinculadas a Napoleón y su familia. Las autoridades decidieron cerrar el museo durante 24 horas mientras avanzan las investigaciones.
Según informaron fuentes oficiales, los delincuentes ingresaron antes de la apertura, forzando una ventana con ayuda de una plataforma elevadora colocada sobre un camión, y lograron escapar en motos tras apenas siete minutos de operación, calificada por el ministro del Interior, Laurent Nuñez, como un acto de gran precisión y profesionalismo.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, confirmó que ocho objetos de un valor patrimonial incalculable fueron sustraídos, entre ellos:
- Una diadema de la emperatriz Eugenia
- Un broche en forma de gran lazo de corsage
- Collares y pendientes de zafiros y esmeraldas pertenecientes a las reinas María Amalia, Hortensia y María Luisa
- El broche relicario
Horas después, una de las joyas fue recuperada dañada en las inmediaciones del museo, aparentemente perdida durante la fuga.
El robo tuvo lugar en la Galería de Apolo, una de las salas más emblemáticas del Louvre, donde se exhiben las joyas históricas de la corona francesa desde 1887, incluyendo el diamante Régent y la corona de Luis XV, entre otras piezas únicas. Imágenes difundidas por BFMTV muestran a uno de los ladrones actuando con calma, vestido con uniforme de trabajador municipal, mientras los visitantes evacuaban el recinto.
Ante el hecho, la fiscalía de París abrió una investigación por robo organizado y asociación delictiva para delinquir, a cargo de la Brigada de Represión del Bandolerismo (BRB) y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC).
Especialistas en seguridad señalan que la operación fue altamente planificada y profesional, y que las alarmas del museo no respondieron a tiempo. Además, se cuestiona la eficacia de los dispositivos de seguridad, en un contexto donde el Louvre se prepara para millonarias obras de mantenimiento y modernización.
Este robo se suma a otros atracos recientes a museos franceses, incluyendo hurtos en el Museo Nacional de Historia Natural y el Museo de Limoges, así como históricos robos de la corona y obras icónicas como la Mona Lisa en 1911 y la espada de Carlos X en 1976.
Las autoridades reiteraron que todos los esfuerzos están puestos en recuperar el botín y determinar la identidad de los responsables, mientras el Louvre permanece cerrado temporalmente al público por razones de seguridad.




